La Operación Tun Tun: Una puerta que golpea el miedo

Desde hace ya varios años, en Venezuela resuena una onomatopeya que, lejos de transmitir paz, anuncia terror: Tun Tun. Así, el gobierno bautizó la llamada Operación Tun Tun, una estrategia de represión contra quienes expresan críticas, ya sea en las calles o en redes sociales.

¿Qué significa “Tun Tun”?

El nombre fue acuñado por Diosdado Cabello en mayo de 2017 para referirse a detenciones de opositores. Se supone que el término proviene del sonido mecánico de golpear una puerta, el preludio de una irrupción policial inesperada. En una audiencia de la Organización de Estados Americanos, el general Hebert García Plaza explicó que la operación suele llevarse a cabo de noche, en la que fuerzas como el SEBIN tocan y se llevan a las personas sin orden judicial.

¿Por qué es tan temida?

Desde las reelecciones de Maduro en julio de 2024, la Operación Tun Tun se reavivó. Ya no se trata solo de palabras, sino de una campaña organizada de persecución. Se convirtió en política de Estado, con detenciones masivas, allanamientos sin orden y un clima generalizado de terror, tal como lo han documentado medios nacionales e internacionales.

Organizaciones como Human Rights Watch, Foro Penal y la CIDH han denunciado violaciones graves de derechos humanos: detenciones arbitrarias, allanamientos, torturas y desapariciones forzadas. Además, la operación incluye un componente digital escalofriante: mediante redes y canales oficiales, se promueve el doxing —la revelación de datos personales— de críticos, quienes luego son víctimas de arrestos. Muchas veces, estos datos se comparten insistentemente por Telegram, VenApp, WhatsApp, TikTok, Instagram y X. Reportes periodísticos muestran que personas cuyos nombres, fotos, direcciones y números fueron difundidos, eran posteriormente detenidas.


Mi historia

Tengo que admitir que fui atrapado en ese terror invisible. Me asustaba pensar que en cualquier momento golpearían la puerta de mi casa. Vi a amigos y conocidos —jóvenes, activistas, familiares— ser detenidos sin advertencia, llevados en medio de la noche, mientras sus familias despertaban en angustia. Escuché cómo rompían cerraduras, se llevaban celulares, documentos o simplemente a la persona, sin explicar nada. Lo viví en carne propia y con el dolor ajeno que se volvió personal.

Decidí que no podía seguir así. El miedo no es vida. Así, el 13 de noviembre de 2018 tomé la difícil decisión de emprender mi huida hacia Portugal. Dejé atrás mi hogar, mi trabajo, a mis padres, sabiendo que ese día era el límite. La puerta que golpeaba ya no era una amenaza silenciosa: era la expulsión definitiva.


Otros casos ilustrativos

En julio de 2024, se documentó cómo toda la campaña opositora se vio desmembrada: “casi todo el equipo de campaña está preso o escondido… el terror del régimen rebasó los límites”, relataba una dirigente que logró escapar del país.
La BBC reportó más de mil arrestos en una sola semana tras las elecciones; muchos imputados por cargos ambiguos, que dejaban a las familias sin saber dónde estaban detenidos sus seres queridos.
En Venezuela también circularon videos intimidantes de detenciones en vivo, usados como advertencia. “Operación Tun Tun” ya no era solo una frase, era un aviso. Las etiquetas #TunTunLlegóLaPaz, #OperacionTunTun y frases como “sin lloradera” se multiplicaron en redes, alimentando el miedo.


Reflexiones finales

La Operación Tun Tun no es solo una estrategia represiva; es un símbolo del miedo institucionalizado. Golpea puertas físicas y digitales, desarma la disidencia y envía un mensaje claro: quien critique, será marcado, expuesto y detenido.

Escribo esto no solo como testigo, sino como alguien que estuvo al borde. Ahora, desde Portugal, comparto esta crónica para que esos golpes de muerte silenciosa no caigan en el vacío. Que otros sepan, sientan y se preparen. Porque si algo aprendí, es que la libertad no se negocia… y hay momentos que exigen huir para poder volver.


Miguel Ángel Urbaez Niño
Miguel Ángel Urbaez Niño
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